La situación geográfica de las Islas Canarias, a tan solo 100 kms. al oeste del sur de Marruecos y su peculiar  climatología, influenciada por los húmedos vientos Alisios que traen las precipitaciones del norte, hacen del territorio insular un lugar privilegiado para el cultivo de la vid.
En el siglo XV los primeros colonos españoles (y portugueses) traen las primeras cepas, que gracias a las peculiares condiciones edafoclimáticas del archipiélago y la enorme tradición vitícola de los nuevos habitantes, consiguen la rápida aclimatación  de todas las variedades que traían de sus lugares originarios. Dada la enorme diversidad de los eco sistemas insulares, cada vinífera encontró el lugar más adecuado para su desarrollo.

En el año 2012 comienza a fraguarse el proyecto vitivinícola de nuestra bodega, con la idea de elaborar unos vinos que pusieran en valor aquellas variedades de uva autóctonas que mayor potencial enológico poseyeran.

En el  municipio de Tacoronte (norte de Tenerife), descubrimos un lugar ideal para establecernos, construyendo allí nuestra pequeña bodega familiar (capacidad máxima: 50.000 botellas) y donde plantamos nuestro primer viñedo.

Como la calidad de un vino se fundamenta en el trinomio suelo-clima-variedad, desde el principio comenzamos a buscar las mejores variedades en el lugar en el que mejor se desarrollaban. Así logramos viñedos más antiguos en zonas diferentes de tres islas: Tenerife, El Hierro y La Gomera.